Cuando llueve y es de noche, y no se escucha la radios, ni sonidos de la televisión enfermiza de muertos y desacierto, y las unicas que realizan espectáculo son las gotas de lluvias, cierro lo ojos y creo verlas tienes bestiditos hermosos y bailan sin parar, son traviesas gustan de enamorar a las hojas de los arboles con polvo, que las esperan inpacientes, al igual qeu yo, porque son tan diestras en su arte que hasta cantantes son.
Y resulta tan comedora aquella melodía que mi mente pronto se escapa al bosque y recorre junto a los arroyos cada palmo de vida que guarda el verde color que allí todo pinta, pero pronto vuelvo vuelvo aquí a estas cuatro paredes enfermas que recuerdan la patología que sufren las gentes con las que me cruzó todos lo días y ya no hay lluvia, ya no hay gotas, pero aún siguen vivas aquellas notas que desperto el golpe de las gotas y entonces vulevo al concierto.
Las paredes siempre se podrán pintar barcos y nombro de capitán, a la locura, de quien las gotas se enamoraran en un viaje que simpre las hara delirar y ver los secretos de la eternidad que solo le son donado a los que aullan con los lobos a luna.
Que bonito :).
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