domingo, 21 de agosto de 2011

Lamento en prisma

Estaba en el centro de aquella rotanda, como llego allí porque la pregunta acaso no bastaría con lo que les voy a describir, lo vi estaba allí, de repente una brisa vino de lo alto, él alzo sus brazos como si saludara el agua que del cielo caía separada en pequeños trocitos color de espejo, bajo de nuevo sus brazos y sus ojos se cerraron fue entonces uno con el en ese color magenta que aún coronaba el cielo bañado y que era ahora el color de su pies, depronto vi como una de sus pies decidió ir más allá donde tal vez jamás su paso había llegado, entonces el otro camino junto a este y se fueron vieniendo asía mí, caminaba yo perplejo caí en un estado de coma donde mis ojos funcionaban solos el resto de mis sentidos abandonaban mi cuerpo por el sombro, depronto cuando fue tarde mi cerebro vio su media parte, esa parte que aún quedaba, esa parte que tal vez sabí lo que yo veía, veía fugarse su misma carne que lo abandona su piel se iba, pero al dejarlo se transformo en un retrato en una prisma que proyectaba sus caminos, los caminos que sus piernas reconocían en su pasado, sus memorias que lentamente en vez de prisma fueron goteras de esas goteras que ya habían acariciado sus cabellos hasta mojar su calido cerebro e ir bajando por todo su cuerpo y como en un acto de amor dejarlo evaporarse con ellos en un momento posterior, su cuerpo se iba despues de haber sentido la humedad, despues de saborear la brisa, su cuerpo se esfumaba ante mis ojos y ante los brazos de los hermanos que nos rodeaban que eran pocos pero que cuyas ramas guardarian el recuerdo, así como yo vi como se iba a recorrer el mundo como una brisna cargada de memorias, llena de lamentos que reflejaron aquellos colores fugados del prima que ahorra tal vez allá llagado al mar donde la sal seque sus heridas y vuelva tal vez ha alimentar una planta de una manera más tranquila, por que en ese día las ojos asín de la llovizna sus lagrimás.

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