domingo, 21 de agosto de 2011

Relato de un chico sin gracia

Una mañana normal un poco fría. No, es mentira, en realidad estaba helando caía un aguzero de eso que no ten dan ganas de salir de cama, de esos días donde bañarse en una tortura medieval; llegue a bellas artes como de costumbre en mis largos y provechos días de universidad, iba yo despreocupada como es normal y un tanto distraída. Pero no pude dejar de notar que el segundo piso, que en su cotidiano es bulloso, el largo pasillo donde en cada salón están en una canción distinta y repleta de muchachos vestidos de negro y desgreñados, uno no puede evitar pasa ligero por ese pasillo, que es obligatorio para la ir a la clase de dibujo. Bueno pues para sorpresa mía esta casi solo y callado, solo había un chico concentrado en la humilde y sensual guitarra, en la cual la mayoría de los músicos descubren, que es lo que vinieron hacer a este mundo atroz. Si, el chico con su melodía, me quede mirando callada, como tocaba a su amada guitarra, de sopetón se rompió su concentración y me miro directo a los ojos, por lo general me hubiera dado pena y hubiera seguido mi camino avergonzada, y pronto se me olvidaría el suceso; pero esta ves fue diferente, me acerqué al chico sin mucha gracia, acerque mi rostro al suyo, quedando solo una nariz de distancia y rompí el silencio –Tienes ojos de mar. A lo siguiente que supe mis labios y sus labios se dieron un abrazo, como escuche decir a un poeta regordete una noche, me aleje suavemente de él, me impresiono el chico sin gracia alguna, parecía que no podía respirar, y si se llegaba a morir, era yo la única culpable, así que me aleje y el chico sin gracia sobrevivió; el día transcurrió sin muchos sobresaltos.
A la mañana siguiente un poco menos fría subí deprisa y sin mirar a nadie, al salón de dibujo, me dije a mi misma, -es mejor que no me deje ver. Y a mi misma le encanto la idea. Es una gran amiga siempre me entiende. Además lo mas seguro es que no lo reconozca de nuevo, o que no se acuerde, ¿Quién se va acordar de una pequeñez de esas?
Catalina una compañera de curso, no se porque pero me hispirá mucha confianza y es agradable compartí con ella y rajar de los dibujos de los demás, tiene la mente muy abierta, ve lo bueno en las atrocidades mas cómicas. Como las que yo me dedico hacer.
Bueno en fin, iba yo hablando con cata no me acuerdo mucho de que, me dijo- mira cathe ese muchacho te esta mirando mucho. Cuando me fije, ¡Claro! era el chico que deje moribundo ayer, pero porque si mi plan era sencillo no dejarme ver. En fin, la atenta cata se adelanto con un gesto burlesco, dándole paso al chico sin gracia que se acercaba descaradamente, freno un escalón mas abajo, mientras a mi me pasaba un frio de los pies a la puntica de mi cabello. ¡Claro el pecado es cobarde!
El chico dijo- hacer rato te vi pasar
Yo – solo lo miraba y le sonreía sin decir nada.
El chico sin gracia- ¿como te llamas?
Porque los hombres tienes que ser tan básicos…pensé
Yo- pues tu te llamas ojos de mar, entonces ¿como crees que yo me llamo? con un gesto pícaro
El chico sin gracia – sebes tus ojos siempre brillan, como un estrella
Yo –Silencio total
Chico sin gracia – tienes la piel y beso de luna. Así que tu nombre es "Labios de Luna".
Yo- trate de pedir explicación, a tan bonitas y acertadas palabras. Pero me zampo un abrazo de labios sumamente tierno, tímido pero perfecto y se fue de bellas artes sin decir ni una palabra más.

Lo mas seguro. es que debe de pensar, que si me muero, yo me lo busque.

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