domingo, 21 de agosto de 2011

Lo siento

Siento caer las hojas sobre mí,
quisiera que las sintieras,
quisiera que supieras como es
verme a los ojos, así, aquí, no más.

Quisiera me dijeras un cuento
y nos perdiéramos en él,
de la misma forma que me
pierdo en tus palabras, piérdome
en tu voz.

Tu voz, dulce azote de mis sueños,
dulce sueño irreal, fortuito,
fiero y placentero sin final.

Piénsalo, dímelo, ¿qué?
¿ahora? solo tu,
y, ¿después? nosotros
no más, no menos, no porqués,
¿Cómo lo hago?
¿Cómo lograrlo? No puedo más,
No quiero buscarnos, por miedo a perderme

Por miedo a lo eterno, a lo simple,
a lo confuso de tu mirar.
No más, no quiero más, no quiero nosotros,
pido un principio sin final,
una fuerza, una transmutación,
pido ser energía, irreal.

Pido la luna en tus versos aunada a mi verdad,
la verdad de mi inconsciencia
que dice ¡no!

Quiero sueños muertos y esperanzas dispersas,
búsqueda de eternidad en tu muerte,
en mi decepción, suspiros.

No pido lo que no tengo, no lo haré,
lo exijo, a ti, aquí ahora, no más.
Quiero perderme, sentirte y maldecirte
una vez más,
Quiero tus sueños envueltos en celofán,
con tono de muerte, de infinita eternidad.

Busco tu respuesta, vacío,
tu rostro, no más,
busco energía, ¿de nuevo?
¿cómo? Receta universo, receta.
Fórmula de soledad en tu presencia
y un regalo de silencios, más.

Muerte dulce, inconsciente de mi realidad
que me lleve a ti, eres aire, ¿más?
Pido conciencia para arrojarla al mar,
bañarme en tu salada intimidad.

Busco luz, no, oscuridad.
Cariño envuelto, dejado a la mitad,
Quiero sueños, sí, maldición
de poseer los tuyos y quemarlos, soy yo.

Tomo tu veneno ¿más?
Sonríes, desconcierto, febril sueño,
he vuelto, ¿ayer?

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