domingo, 21 de agosto de 2011

Ya no quiero amarte

Ya no quiero amarte. Te has empezado a aparecer en los rincones de los vicios e imagino verte. No sé como desaparecer tu figura de mis recuerdos, no sé como hundirlos. La distancia es un hilo muy débil para tejer el olvido cuando aún tengo fresca la mancha erótica de tus besos, de tu cuerpo, sobre mis restos. Antes de que llegaras yo ya había regado adioses, lágrimas y flores sobre las calles que andas. No sirvió de nada. Sin necesidad de partir había empezado a extrañarte. Amarte es una crisis frágil, lenta. No conozco tus fantasmas pero me acosan, chuzándome en los costados se ríen de mi triste amor porque saben que no lo sientes. No quiero amarte más. No es dolor, es una profunda nostalgia del porvenir en que no te bienveniré. Te extrañaré aun sin dejarme, porque sé que nunca lo harás, no tendrás necesidad. Seré como esa rubia que tal vez cruzaste en la calle un día, preguntó la hora y se fue, y no volviste a ver más, y no te importó. Partiré como un en un sueño sin ti. Desearía con todo el tiempo que he perdido que fueras mi felicidad, mi ciudad. Pero este vacío que regalas apenas volteas por la puerta es tan definitivo... aunque giren los dados en el aire y vuelva siempre todo a comenzar entre tus dedos y mi espera.

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